Noticias de arqueología en Jerez y Cádiz

La editorial británico-estadounidense ‘Equinox Publishing’ ha publicado el primer manual en lengua inglesa sobre arqueología medieval española, coescrito por el profesor Avelino Gutiérrez, investigador del Departamento de Historia de la Universidad de Oviedo, junto a Magdalena Valor, profesora de la Universidad de Sevilla.

‘The Archaeology of Medieval Spain 1100-1500’ traza un recorrido sobre los principales sitios arqueológicos y monumentos de nuestro país entre los siglos XII y XV, según ha indicado la Universidad de Oviedo en una nota de prensa. Se trata del primer libro con un carácter general y de síntesis sobre el tema que se publica en lengua inglesa que sitúa a España y su arqueología medieval «en el mapa internacional», donde hasta ahora era «bastante desconocida», ha explicado el profesor universitario.

El libro revisa en sus once capítulos la evolución de las ciudades y el poblamiento rural, la vida doméstica, tecnología e industria de la época, así como el comercio y transporte y la significación de la religión dentro de la sociedad. La visión de toda la realidad medieval se desgrana comparando la España que en aquel momento todavía forma parte de al-Andalus con el territorio dominado por los reinos cristianos. Este segundo campo de estudio es el que ha corrido a cargo de Avelino Gutiérrez principalmente.

El trabajo de los profesores Valor y Gutiérrez sustancia los avances que se han experimentado en las últimas tres décadas en el conocimiento del mundo islámico y los reinos cristianos de la época. El manual compara los emplazamientos arqueológicos de mayor relevancia. «Junto a lugares de incomparable valor como la Alhambra existen excavaciones muy significativas y casi desconocidas en pequeñas aldeas», ha apuntado Gutiérrez.

La selección de sitios arqueológicos guarda un cuidado equilibrio que da cabida a todas las regiones hispánicas. Dentro del Principado, el manual reseña, por ejemplo, la importancia de la Casa Palacio de Valdecarzana o La Baragaña, la Capilla funeraria de las Alas en Avilés o los restos hallados en las recientes excavaciones realizadas en el Monasterio de Corias en Cangas del Narcea.

El texto se enmarca dentro de la serie europea sobre arqueología impulsada por universidades danesas, inglesas, francesas, alemanas y españolas. La publicación cuenta con la colaboración de una veintena de expertos de universidades, museos y empresas dedicadas a la arqueología.

El próximo martes, 16 de septiembre, en el salón de actos de la biblioteca de Humanidades, los profesores Valor y Gutiérrez, junto a los editores comerciales J. Schofield y J. Joyce, presentarán el libro y ofrecerán ponencias sobre La docencia de la arqueología medieval en el marco del EEES. La sesión comenzará a las 10.00 horas y la entrada será libre.

FUENTE: europapress.es

La destrucción del patrimonio por los yihadistas amenaza la diversidad cultural de irak. No son sólo piedras. “La destrucción del patrimonio cultural y arqueológico acaba con la diversidad que caracteriza el tejido social iraquí”, declara May Shaer, directora de proyectos de la Unesco para Irak, desde un pequeño despacho de la Ciudadela de Erbil. Los terroristas del Estado Islámico (EI) lo saben. Entre sus primeros objetivos estuvieron las mezquitas chiíes de Mosul y Tel Afar; luego vino la retirada de una estatua de la Virgen de una iglesia de Mosul y la destrucción del templo yezidí de las Tres Hermanas en Bashiqa o el kakai Mazar Yad Gar en Hamdaniya.

“Es muy difícil supervisar la situación en las zonas bajo control del EI, como por ejemplo Mosul”, admite Shaer. “Estamos en contacto con el Ministerio de Turismo y Antigüedades en Bagdad para conocer lo que está sucediendo”, explica. La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que eso es lo que significa Unesco, también ha pedido al personal humanitario sobre el terreno que informe de los casos de destrucción que detecte.

De momento, no hay constancia de que las huestes del EI hayan dañado sitios arqueológicos, aunque la Unesco está alerta. Tres de los cuatro recintos iraquíes declarados patrimonio de la humanidad, Hatra, Ashur y Samarra, se hallan en territorio del autoproclamado califato. Sin embargo, Shaer evita enumerar sitios en riesgo para no llamar la atención sobre ellos.

“Sabemos que hay lugares amenazados, pero consideramos que cuanto más se mencionen, peor. Esperamos que no los ataquen”, señala.
No obstante, la responsable insiste en que “todo lo destruido intencionalmente es importante y significativo, y no debe minimizarse porque esté asociado con un grupo o confesión determinado”. Shaer subraya el valor de la diversidad. “El patrimonio es un elemento clave de la cohesión social”, insiste.

Los milicianos del EI y otros grupos similares siguen una interpretación extrema del islam suní conocida como salafismo que considera idolatría la veneración de estatuas y tumbas. Pero hay algo más que motivos religiosos en su forma de actuar.

“[Los monumentos] son signos de identidad de otras comunidades políticas o espirituales contra las que, quienes los destruyen, se oponen y se definen”, explica Pedro Azara, profesor de Estética de la Politécnica de Cataluña. Este arquitecto, miembro de una misión arqueológica internacional entre Erbil y Mosul, lo compara con el acto de romper fotografías o tirar por la ventana las pertenencias de alguien con el que se está enfrentado. “Se destruyen porque se sabe que dolerá profundamente al otro, quien se identifica con su objeto admirado”, añade.
Para Amnistía Internacional esas acciones forman parte de la “política de limpieza étnica” de los yihadistas. “Refuerza su mensaje a las minorías étnicas y religiosas de que no hay lugar para ellas en Irak”, afirma en su último informe en el que acusa a al EI de “destruir y dañar de forma sistemática los lugares de culto de las comunidades no suníes”.

La directora general de la Unesco, Irina Bokova, ha hecho varios llamamientos este verano para que todos los implicados “se abstengan de destruir el patrimonio cultural, incluidos los lugares religiosos”. También ha recordado de que se trata de “crímenes de guerra”, cuyos autores deben ser perseguidos. No parece que la referencia a la legalidad internacional vaya a hacer mucha mella en un grupo que la desprecia e incluso se jacta de violarla.

“Nuestro mensaje a la comunidad internacional y al público en general es que pueden ayudar a mitigar el daño”, explica Shaer. La Unesco ha puesto en marcha un Plan de Acción para minimizar las amenazas sobre el patrimonio iraquí tanto por la guerra en sí como por la destrucción deliberada, la excavación ilícita o el tráfico de piezas arqueológicas. Entre las medidas, se han facilitado a EE UU las coordenadas de los lugares patrimonio de la humanidad, o candidatos a esa lista, para que sus militares lo tengan en cuenta y eviten dañarlos durante sus operaciones.

De vuelta en la Ciudadela, declarada Patrimonio de la Humanidad el pasado 21 de junio, Ranan Tawfiq, subdirectora de la Comisión de Revitalización, apunta a un daño colateral del conflicto: “Desde hace un mes todas las obras de rehabilitación del recinto están paradas”. Aunque el frente está a medio centenar de kilómetros, la falta de fondos que se acusaba desde enero por diferencias entre el Gobierno regional kurdo y el central en Bagdad, se ha agravado por la ausencia de turistas y el esfuerzo bélico.

Parte de bajas
Esta es una lista de los sitios destruidos por el Estado Islámico desde su ofensiva del pasado junio:

• Qabr al Bint, o Tumba de la Chica, un popular monumento de Mosul
• Mezquitas chiíes de Mosul y Tel Afar.
• Mausoleo del historiador Ibn al Athir, en el centro de Mosul.
• Estatuas del músico Ozman al Musuli y del poeta Abu Tammam, en Mosul.
• Retirada de la Virgen del tejado de la Iglesia de la Inmaculada en Mosul.
• Tumba del profeta Jonás en Mosul.
• Santuario chií del imam Redha Maqam, en las proximidades de Bartella.
• Templo yazidí de las Tres Hermanas, en Bashiqa.
• Templo yazidí del jeque Mand, en Sinjar.
• Templo kakai de Mazar Yad Gar, en Hamdaniya.
• Templo kakai de Sayed Hayyas, en Hamdaniya.

FUENTE: www.elpais.es

 

Los ingenieros romanos utilizaban un hormigón hidrófugo para evitar filtraciones de agua al subsuelo. El conducto, de unos 75 kilómetros, abastecía Gades desde la Sierra de Las Cabras.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Cádiz, coordinados por el profesor Lázaro Lagóstena, ha llevado a cabo a lo largo del verano, en el marco del proyecto Aqua Ducta, actuaciones para la valorización patrimonial, económica y social del acueducto romano de la sierra Gades. En este proyecto se incluyen diferentes tareas arqueológicas de prospección, limpieza, levantamientos topográficos y fotogrametría en varios de los tramos del acueducto romano de Gades. Esta compleja obra hidráulica, de una longitud de 75 kilómetros, abastecía a la ciudad gaditana y su cabecera se situaba en los manantiales de Tempul, en la sierra de las Cabras. Los trabajos que se están desarrollando en estas semanas están aportando datos e informaciones novedosas ubicadas de momento en el primer tramo de la conducción, según informa la UCA.

Los científicos han descubierto en las inmediaciones de la fuente de captación cómo la galería fue protegida externamente por una cubierta plana de opus signinum, un hormigón hidrófugo, para facilitar el paso del agua de lluvia y escorrentías superficiales, como técnica preventiva que evitara daños y filtraciones en la conducción subterránea.

En la construcción del acueducto se emplean diversas técnicas de conducción del agua y una de las más complejas son los sifones. El sifón permite que el agua salve depresiones del terreno y recupere su nivel al otro lado, empleando el principio de los vasos comunicantes, tal y como han explicado desde la Universidad. En el valle de los Arquillos, el acueducto gaditano tenía que cruzar el arroyo salado de Paterna y se construyó un sistema de sifón que se desarrolla, por tramos, a lo largo de más de cuatro kilómetros. «Una espectacular obra de ingeniería con pocos paralelos en el marco del imperio», según afirma Lázaro Lagóstena. Los trabajos de fotogrametría y topografía realizados en los elementos arquitectónicos de este sifón han deparado el hallazgo de una estructura arqueológica lineal de grandes proporciones, construida con sillares de notables dimensiones, pero de funcionalidad incierta, aunque, sin duda, relacionada con la torre de carga del sifón localizada en el cortijo La Rendona.

Otro de los hallazgos se ha producido en la finca de las Piletas, con nuevas galerías del acueducto y derivaciones de la misma hacia una villa romana, «lo que demostraría que el acueducto daba servicio de agua a entidades rurales menores, con o sin el consentimiento de los magistrados gaditanos para el aprovechamiento de esta aqua caduca», agua sobrante en momentos de abundancia hídrica; cuyo empleo podía ser permitido previa concesión por las autoridades de la época.

Esta villa de las piletas y otros hallazgos similares están arrojando luz sobre otro elemento poco conocido del acueducto y su trazado: su relación con elementos del poblamiento antiguo del territorio que atravesaba. Se han identificado nuevos yacimientos, según los investigadores, que se investigarán en profundidad para conocer aspectos funcionales que permitan establecer su relación exacta con la obra hidráulica.

Las tareas realizadas están permitiendo además una documentación gráfica y planimétrica a través de levantamientos topográficos y fotogramétricos de las estructuras arqueológicas del acueducto. «Se trata de información de la que se carecía hasta le fecha y de gran valor para la futura digitalización y modelación de los elementos del acueducto, que será empleada en los recursos que se diseñarán para la difusión y puesta en valor de este bien patrimonial», como ha anunciado el responsable del proyecto.

En la primera quincena del mes de agosto se han realizado, entre otros trabajos, la toma de datos fotogramétricos y topográficos de la galería de cubierta plana en las inmediaciones de Tempul y de una de las torres del sifón de los Arquillos.

Con este material, el equipo de investigación de la UCA está generando los primeros modelos tridimensionales de alta precisión de estas estructuras, a partir de la técnica de fotogrametría. Las restituciones volumétricas de los restos arqueológicos existentes en el valle de los Arquillos, obtenidas de esta forma, serán utilizadas en la simulación infográfica original de todo el sifón. Estos modelos 3D serán además, analizados por los especialistas del proyecto para el estudio de sus elementos desde las diferentes áreas: la historia de la técnica, la arqueología, la arquitectura antigua y la ingeniería hidráulica.

Los trabajos continuarán en las próximas semanas, siguiendo el recorrido de la obra desde los manantiales hacia la ciudad de Cádiz.

FUENTE: diariodejerez.es

 

Andalucía, con 2.500 yacimientos arqueológicos catalogados, impone sanciones muy duras contra el expolio, de hasta un millón de euros.

Durante el año 2013 se imputaron o detuvieron a 184 personas por infracciones relacionadas con el Patrimonio Arqueológico andaluz. En la comunidad hay más de 2.500 yacimientos catalogados, y eso la convierte en uno de los territorios con más zonas arqueológicas registradas de España. Las provincias en las que hay mayor número de entidades arqueológicas son Sevilla, Jaén y Córdoba. Las tres están en el punto de mira de los especialistas en expolios.

La zona donde se registran más restos es la cuenca del Guadalquivir, el río que Góngora llamó el «gran rey de Andalucía», con asentamientos desde la más remota antigüedad y donde cada uno de los pueblos, desde la época romana en que lo llamaron Betis, hasta «el río grande» árabe, dejaron alrededor de su cauce señales de sus civilizaciones.

La mayoría de los restos arqueológicos de la comunidad son asentamientos y edificios -más del 60% del total-, a continuación el volumen mayor sería de edificios dotacionales y militares, representaciones rupestres, con útiles líticos -herramientas de piedra-, edificios residenciales y, por último, religiosos. La conservación pública del patrimonio arqueológico conforma, por su incalculable valor, uno de los focos artísticos a los que más atención se les presta.

Pero la conservación pública se enfrenta a su principal enemigo: aquellos que se dedican al expolio. José Manuel Hidalgo, inspector arqueólogo de la Consejería de Cultura, explica que la presencia de los expoliadores en la región atiende a que «Andalucía, al tener uno de los patrimonio arqueológicos más ricos, es en donde, de alguna manera, el expolio se profesionaliza». La comunidad es una de las más afectadas por esta actividad, junto con la comunidad valenciana y las dos Castillas.

La Ley 18/65 de Patrimonio Histórico español define el expolio como «toda acción u omisión que ponga en peligro de pérdida o destrucción todos o algunos de los valores de los bienes que integran el Patrimonio Histórico Español o perturbe el cumplimiento de su función social».

No todos los expolios son iguales, el perfil de la persona que saquea restos arqueológicos varía según el fin que busque, «bien por hobby o bien el que busca dinero», señalan fuentes del Seprona. «Frecuentemente el expoliador se inicia en esta actividad con una afán casi recreativo y llevado por el interés por incrementar su propia colección», apuntan la Guardia Civil de Córdoba.

Los expoliadores noveles centran su labor en un ámbito comarcal. Se trata de personas que salen los fines de semana y pese a que tienen una serie de conocimientos para identificar las entidades arqueológicas no son especialistas, informa el Seprona. Se les suele llamar piteros, nombre que remite al sonido que provoca el detector de metales, el aparato que llevan para ayudarse en su búsqueda.

Los agentes de Córdoba señalan que «los que toman la actividad como afición, a veces, llegan a círculos de personas e intereses donde, de forma ineludible, se entremezclan el intercambio de piezas con su compraventa y en donde figuran de forma activa de expoliadores profesionales, coleccionistas que han encontrado en el comercio una ayuda importante a la economía familiar y, desde luego, redes de tráfico de antigüedades».

El segundo tipo de expoliador, el que tiene una motivación económica, difiere mucho del primero. Posee amplios conocimientos arqueológicos y va directo a las piezas que sabe que puede encontrar, así como cartográficos, y trabaja -pues convierte el expolio en su profesión- con aparatos muy sofisticados. El Seprona sabe que éstos funcionan en grupo, normalmente por la noche, y muchas veces por encargo. Recientemente, la Guardia Civil encontró a cuatro personas de un pueblo de Sevilla en una zona arqueológica de Zamora, de noche y con diferentes artilugios. «Sabían a por lo que iban y para quien», apuntan los agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza.

La Benemérita cordobesa señala que esta actividad «mueve, en ocasiones, fuertes sumas de dinero y genera importantes beneficios», «es un mercado que mueve el mismo dinero, o más, que el narcotráfico a nivel nacional e internacional», concluye el Seprona.

Andalucía es una de las comunidades más duras en este sentido. En relación a los castigos impuestos por el uso de detectores «Andalucía y Extremadura son las únicas comunidades cuya legislación recoge su uso», señala uno de los responsables de la unidad de protección de Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura. «En Andalucía el uso del detector sin autorización previa ya tiene sanción», advierte el Seprona.

Las patrullas de este equipo de la Guardia Civil son los responsables de vigilar las zonas y yacimientos arqueológicos para localizar a las personas con piezas y detectores. Aunque poseer un detector no se multa, usarlo sin autorización previa tiene una multa de hasta 100.000 euros pero lo normal es que sea de entre 600 a 850, si se usa en una zona arqueológicas la sanción puede oscilar entre los 100.000 y los 250.000 euros, además de decomisar el aparato. Las cuantías que se pueden aplicar para las imprudencias en el Patrimonio Arqueológico pueden ir desde las infracciones leves con multas de hasta 100.000 a las infracciones muy graves con sanciones de hasta un millón de euros. Con penas de cárcel entre uno y tres años, además de la inhabilitación especial para profesión y oficio por tiempo de 1 a 5 años.

La lucha contra el expolio -señala Guardia Civil- abarca varios frentes, en la cabeza siempre está la labor de educación hacia los más jóvenes para concienciarlos de la necesidad de proteger el Patrimonio Arqueológico, o lo que es lo mismo parte de la memoria andaluza, con la destrucción irreparable que produce el expolio.

FUENTE: diariodejerez.es

La Fundación Itálica de Estudios Clásicos, constituida para difundir y profundizar en el legado histórico del Conjunto Arqueológico de Itálica, que guarda las ruinas de la antigua ciudad romana que descansa en Santiponce, ha acordado promover ante la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco) una candidatura para que la ciudad que vio nacer a los emperadores Trajano y Adriano sea declarada Patrimonio de la Humanidad.

Concha Cobreros, vicepresidenta de esta fundación dedicada a la difusión del patrimonio del recinto arqueológico de Itálica y la investigación de su legado y sus secretos, ha manifestado que la institución, creada por la Asociación de Amigos de Itálica, de la que forman parte unos 220 amantes del legado de la antigua Roma, ha decidido «dar este paso» para que la máxima organización mundial en materia de cultura reconozca el papel de las ruinas de Itálica, conocidas por su espectacular anfiteatro, al tratarse de la primera ciudad romana fundada en Hispania y «la cuna de los emperadores Trajano y Adriano».

El asentamiento romano, en concreto, fue fundado por Publio Cornelio Escipión El Africano allá por el año 206 antes de Cristo y fue la cuna de los citados emperadores romanos. El 13 de diciembre de 1912, a propuesta de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, una real orden declaró estas emblemáticas ruinas romanas como monumento nacional, un hito cuyo centenario pasó en 2012 sin pena ni gloria por lo que a las instituciones públicas se refiere.

La reciente rehabilitación del antiguo teatro, no obstante, ha constituido un cierto revulsivo para el conjunto arqueológico, que en su remozado espacio escénico acoge actualmente los espectáculos del Festival Internacional de Danza de Itálica y las funciones del ciclo Teatros Romanos de Andalucía. No obstante, y sobre la proyección de este conjunto arqueológico, cabe recordar que las propias determinaciones de su plan director reconocen que el monumento «no ha resultado favorecido con las inversiones públicas».

El documento de avance del plan director del Conjunto Arqueológico de Itálica, elaborado por la Consejería de Cultura para planificar la gestión y conservación del monumento, expone en ese sentido una serie de aspectos que invitan a la reflexión. Porque en la página 17 del citado documento, queda reflejado que si bien para «muchos arqueólogos e historiadores» este conjunto arqueológico es «un yacimiento excepcional» y todo un «referente» en materia de investigación de la historia antigua, «esta merecida posición tiene una menor repercusión tanto en el ámbito institucional, como en el de la opinión pública», recibiendo además «presupuestos muy bajos».

FUENTE: diariodesevilla.es

Hay quien tiene por trabajo acariciar la Historia cada día. Sucede en el Centro de Arqueología Subacuática (CAS) donde dos restauradores se encargan desde hace unos meses de mimar las piezas encontradas en dos pecios hallados en las obras de ampliación del puerto de Cádiz. Su trabajo es único. Nunca antes en España se había apostado de esta manera por recuperar los restos de dos barcos. Su labor va a permitir la exposición de objetos tan singulares como un astrolabio náutico, lingotes de plata, cochinilla para tintar ropa o comida almacenada.

La máxima de los que protegen el patrimonio subacuático es siempre mantener bajo el mar los restos hallados para así preservar su contexto histórico. No siempre se puede. Algunas veces hay que extraer las piezas por riesgo de expolio, por necesidades de investigación o porque, como en este caso, una obra puede repercutir en su conservación. Los dos barcos hundidos aparecieron mientras se realizaba una draga para la nueva terminal de contenedores del puerto gaditano. “En la draga iban arqueólogos porque así lo marca la ley. Es como se evitan daños irreversibles”, explica la directora del CAS, Carmen García Rivera. El trabajo de este organismo, dependiente del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, fue esencial para que esta zona frente al puerto fuera considerada de servidumbre arqueológica. Es decir, donde nunca se habían encontrado restos pero se presumía que podían existir, de ahí que la obra estuviera obligada a fijar cautelas arqueológicas. De otra manera, quizá nunca se hubiesen detectado los dos barcos.

En esta acción única, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, que es la que financia las obras, encargó a la empresa Tanit, bajo la supervisión del CAS, el traslado de las piezas más relevantes. Hicieron falta más de 2.500 inmersiones. A la espera de un informe final, se sospecha que uno es un barco militar del siglo XVI y otro un buque comercial del siglo XVII. Del mar, las piezas han ido a la sede del CAS, en el balneario de la Palma, donde los dos restauradores, Marta Murciano y Abel Bocalandro, batallan contra la oxidación y el deterioro de unos objetos que han perdido la protección que les daba el estar bajo agua.

Bocalandro, químico, está volcado en preservar las piezas de metal. Hay muchas. Están los 27 cañones de hierro, el peto de una coraza, un astrolabio náutico, una enorme campana o los lingotes. “Intentamos estabilizarlos frente a la corrosión y eliminar las sales”, dice. Principalmente, las piezas pasan por un baño químico, de sosa cáustica o bicarbonato sódico, o se les aplica un tratamiento de electrólisis, cargas eléctricas para darles estabilidad. “Dentro del mar, se crea una capa encima de concreción, muy poco porosa, que frena la oxidación. Aquí eliminamos esa capa y hay que tratar de mantener las condiciones que tenían allí”, añade Bocalandro.

La eliminación de esas capas de suciedad, fauna y vegetación marina es uno de los momentos más emocionantes del trabajo de los restauradores. Le sucedió a Marta Murciano cuando limpiaba unos platos de cerámica y descubrió sus hermosas decoraciones de flores y árboles. “Habían permanecido así casi 500 años”, explica. Ella es la que cuida de las maderas, las vasijas, o los restos orgánicos. El cargamento del barco comercial es quizá el más valioso para analizar la Historia. Han aparecido aceitunas. También cajas llenas de cochinilla, material cotizadísimo para tintar ropas. Y un tubérculo que podría ser jengibre o cúrcuma. “Las maderas se bañan en agua hasta que su nivel de sales se reduzca lo suficiente para garantizar su estabilidad”, explica Murciano. Más difícil será mantener los materiales orgánicos, que se guardan en neveras.

La restauración de las piezas, que se espera culminar antes de que acabe el año, no será el final. Surgirán más preguntas que respuestas. ¿Eran cañones italianos como se intuye en sus marcas? ¿El otro barco, el comercial, pertenecía a un viajante de telas? La intención del puerto de Cádiz es exponer algunas de estas piezas para difundir una inversión arqueológica de más de dos millones de euros. Se planteó para octubre en el Palacio de Congresos o en la Casa Pinillos, junto al Museo de Cádiz, que será el que conserve en sus almacenes el conjunto de lo hallado. Este mar ha dado mucho para conocer el pasado. Y para continuar con ello, seguirán haciendo falta más caricias.

FUENTE: elpais.es

 

Entre los objetos incautados, hay figuras que podrían ser de origen romano, íbero y fenicio

La Policía Local de Sevilla intervino el pasado domingo varias piezas de diversa relevancia arqueológica en el mercadillo del Charco de la Pava, en la capital andaluza. Los agentes hallaron en el interior de un vehículo una veintena de piezas y más de 30 monedas. El conductor, identificado como J. C. L. S., de 53 años, admitió que había quedado con un cliente para venderle la mercancía.

Según la nota de prensa del Ayuntamiento, en concreto, los agentes intervinieron una cabeza de mármol con rasgos negroides; otra de menor tamaño de terracota que representa a un sátiro, probablemente de origen romano; otra figura antropomorfa de arcilla, posiblemente íbera; y una figura de bronce que, de demostrarse su autenticidad, se trataría de un guerrero íbero de considerable valor.

También se han incautado de varias piezas metálicas: una pulsera, un aplique que representa una cabeza de bronce, un exvoto que representa un pie, de posible procedencia íbera; dos exvotos con forma humana y nueve puntas de flecha. Además, se incautaron de 37 monedas, de las cuales 13 son romanas y 24, hispanas. Entre ellas hay ases y sestercios romanos de los siglos I y III después de Cristo y otras piezas fenicias, celtíberas e íberas.

La intervención tuvo lugar el pasado domingo, cuando los agentes localizaron un vehículo que intentaba acceder al mercadillo por una zona no destinada al tráfico sorteando el control policial, por lo que le dieron el alto e inspeccionaron la carga. Todo el material intervenido se ha trasladado a la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía para que certifique tanto su autenticidad como su procedencia y antigüedad exactas.

FUENTE: elpais.es

 

La reforma de San Antonio recupera unos 30 metros de la Vía Augusta del siglo I y cien metros del baluarte del siglo XVII de Barcelona que serán musealizados y visitables

Los mercados de Barcelona se han convertido en aliados inesperados de la arqueología de la ciudad. Tras descubrirse bajo el Mercado del Born restos de la Barcelona asediada y destruida en 1714, la estructura del mercado de San Antonio se convierte también en guardiana de restos arqueológicos de primer orden para conocer el pasado de esta ciudad milenaria. En concreto de un trozo de la Vía Augusta, la auténtica romana, que no había sido localizada hasta ahora en ningún otro lado de la ciudad; restos de una necrópolis romana, pero también de un enorme lienzo de 117 metros de largo y seis de alto de la contraescarpa y casi cien del baluarte de San Antonio que defendieron la ciudad a partir del XVII.

Las posibilidades de encontrar restos arqueológicos bajo una estructura que ocupa toda una manzana del Eixample son grandes. Lo que ha ocurrido al excavar bajo el mercado de San Antonio, durante los trabajos de restauración de esta estructura metálica construida por Antonio Rovira en 1882 ha superado todas las expectativas.

La gran losa de hormigón que se ha construido para poder ampliar bajo tierra la superficie útil del mercado ha sacado a la luz, en orden cronológico: restos de unos 30 metros de Vía Augusta, la original creada en el siglo I, cuando se fundó la colonia, única en toda la ciudad; descubrir una nueva necrópolis romana, situadas siempre a los dos lados de las vías de acceso a la ciudad para que los viajeros leyeran el nombre de los difuntos y así no murieran del todo, en la que se han localizado varios mausoleos de los primeros habitantes de la Colonia Julia Augusta Faventia Paterna Barcelona, en la que están incinerados e inhumados, al menos, seis individuos, además de restos de sus ajuares funerarios. Entre todo lo recuperado, destaca una exquisita cabeza de mármol de un adolescente (de algo más de un kilogramo de peso) que tiene todos los visos de convertirse en el icono de este mercado que está en proceso de total remodelación. Ayer, durante la presentación de los hallazgos, ya se barajaban nombres para esta nueva figura. En uno de los mausoleos han aparecido restos de la cama funeraria realizada en madera, hueso y marfil.

Junto a la vía también se ha localizado un testigo excepcional y casi único: uno de los mojones utilizados para marcar los ejes en la centuriación de todo territorio que rodeaba la colonia romana y que ayudará a explicar la trama viaria que desde hace años estudia José María Palet, subdirector del Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC).

Pero las excavaciones que ha realizado la empresa CODEX, coordinadas por los arqueólogos municipales Carmen Miró y José Pujades, han comportado más hallazgos. Desde la calle Urgell se puede ver un enorme muro de piedra de Montjuïc y cal de más de seis metros de altura (de los 12 que tenía originalmente) que continúa bajo el mercado. Es parte de los 117 metros de la contraescarpa defensiva de la ciudad que se levantó en el siglo XVII a la vez que el baluarte de San Antonio, del que también se han recuperado 90 metros. Un impresionante espacio que, cuando sea musealizado, según anunció el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona Jaime Ciurana, será accesible y visitable por todos los barceloneses.

Está claro que la aparición de los restos ha complicado los trabajos de los arquitectos contratados por el Instituto Municipal de Mercados de Barcelona. De hecho han tenido que modificar el proyecto conforme iban apareciendo los restos y se ha acabado perdiendo metros para la actividad comercial, aunque se ganará un nuevo espacio cultural de primer orden en Barcelona.

La suerte ha sido que el nivel de la primera planta del subsuelo (de las cuatro que tendrá el mercado) ha coincidido con el nivel del muro del siglo XVII. El proyecto tiene un presupuesto global de 60 millones, y según se aseguró ayer, está previsto que el nuevo mercado abra sus puertas en el segundo semestre de 2016, con unos 250 puestos de venta y 400 plazas de aparcamiento.

FUENTE: elpais.es

La situación se complica en Écija (Sevilla) después de que un rayo haya alcanzado una de las dos torres de la iglesia de la Purísima Concepción, conocida como Las Gemelas por la fisonomía de las propias torres que coronan el templo. La torre habría sufrido una grieta, así como daños «de consideración» aún por evaluar de un modo completo, ascendiendo a cinco el número de familias desalojadas de sus viviendas.

Según han informado a Europa Press fuentes del servicio unificado de emergencias 112 de Andalucía y después del propio concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Écija, Carlos Onetti, poco antes de las 17,47 horas un rayo ha alcanzado a la torre izquierda del templo si el mismo se contempla frente a su fachada, extremo que ha motivado la caída de diversos «cascotes» sobre tres vehículos estacionados sobre la vía pública.

Onetti ha explicado que el rayo ha dejado una «grieta» en la torre y no ha ocultado que la misma sufre «daños de consideración, bastante importantes», extremo que ha motivado el desalojo de las personas que habitan el número cuatro de la plaza de Luis Vélez de Guevara, pues «no se descartan» nuevos desprendimiento. Aunque el 112 informaba al principio del desalojo de dos familias, Onetti explica que son ya cinco las familias desalojadas a cuenta de la proximidad de sus hogares.

Y es que un equipo de arquitectos, arqueólogos y bomberos intenta ahora determinar el alcance exacto de los daños sufridos por la torre, para decidir cómo actuar ahora.

FUENTE:  europapress.es

Las investigaciones demuestran a través de una dedicatoria a Caralla, que la ciudad romana de Cartagena fue pujante más tiempo del que se creía. La alcaldesa y el consejero de Turismo conocían de primera mano hoy estas pinturas.

Los expertos que trabajan en el Barrio del Foro Romano han descubierto una serie de pinturas que son únicas en España debido a su calidad y conservación. Se trata de dos musas pintadas a finales del siglo I que se han localizado en las excavaciones del Edificio del Atrio. Otro de los elementos de gran valor que se ha encontrado es una dedicatoria al emperador Caracalla que demuestra que la pujanza de la ciudad en época romana se extendió durante mucho más tiempo del que hasta ahora se creía.

La alcaldesa, Pilar Barreiro, y el consejero de Industria y Turismo, Juan Carlos Ruiz, conocían de primera mano estos hallazgos durante su visita de este viernes al Barrio del Foro Romano, el subdirector de Personal y Organización de la Refinería de Repsol en Escombreras, Andrés González, junto con representantes del municipio en materia de Turismo y los propios arqueólogos como Mª José Madrid.

En la excavación, fruto del convenio entre el Ayuntamiento de Cartagena y la Fundación Repsol, los arqueólogos han identificado hasta el momento a Calíope, con guirnalda en el pelo y un rulus en la mano derecha, alusiva a la poesía épica y a Terpsícore, musa representativa de la danza.

Además, mucho más fragmentadas, se ha localizado parte del busto de una tercera musa aún sin identificar y una lira que podría ser del propio Apolo, que suele formar parte de este programa decorativo, tal y como sucede en la Casa de las Musas de Ostia. Los arqueólogos siguen trabajando para comprobar si existen más pinturas de esta serie en la que era usual representar a las nueve musas.

Las pinturas han aparecido en el aula 14, una de las habitaciones en las que fueron compartimentadas las grandes salas de edificio de banquetes a finales del siglo I. Esta pequeña estancia, de unos 15 m2, abierta al atrio y comunicada con un pequeño vano con la sala contigua presenta varios tramos de pintura conservada en los muros originales y en derrumbe se ha localizado una pintura mural realizada al fresco del IV Estilo Provincial, fechados a partir de finales del siglo I-inicios del II. Sobre panel rojo, se definen varios cuadros de 70 centímetros de alto por 45 de ancho en cuyo interior están pintadas las representaciones de las musas de las artes.

En el extremo opuesto de esta misma antigua sala de banquetes, se ha identificado otra pequeña dependencia donde se ha recuperado un conjunto decorativo cuya importancia reside en el hallazgo de un texto pintado alusivo al emperador Caracalla, que gobernó en el siglo III. Ese dato permite conocer mejor el uso de este edificio ceremonial y hace pensar que la Cartagena romana fue una ciudad pujante durante mucho más tiempo del que hasta ahora pensaban los historiadores.

En la inscripción hasta ahora incompleta, se lee urelio Antonino Pio Aug. El nombre y titulatura imperial de Caracalla era Marcus Aurelius Antoninus Pius Augustus. El texto estaba en la parte superior de una pintura con dibujos geométricos de colores rojos, blancos y negros.

FUENTE: cartagena.es