Noticias de arqueología en Jerez y Cádiz

Una sentencia del Tribunal Supremo ha anulado uno de los gestos políticos de la Junta de Andalucía con más carga simbólica: el decreto de 2008 que otorgaba la posibilidad de expropiar, “por interés social”, parcelas ilegales y sin edificar del entorno protegido del Conjunto Arqueológico de Medina Azahara, en Córdoba. Con esta medida, el Gobierno regional quería evitar que continuaran las edificaciones ilegales en la zona de protección del conjunto palatino omeya en la que ya existen 252 construcciones ilegales en terreno protegido como Bien de Interés Cultural (BIC).

Los chalés, muchos primeras residencias, ocupan un terreno en el que abundan los yacimientos arqueológicos que no solo datan de época islámica, sino también romana y visigoda. Viviendas que se levantaron a principios de la década de los noventa y que han dañado un paisaje que debe preservarse. Las tres urbanizaciones que jalonan el espacio protegido son, además, un impedimento para las aspiraciones de la Junta, que espera que Medina Azahara consiga ser Patrimonio Mundial e ingrese así en el exclusivo club de la Unesco.

A pesar de la vigencia del decreto durante los últimos seis años, la Junta no llegó a expropiar ninguna de la treintena de parcelaciones a las que afectaba. Aun así, sus propietarios recurrieron y ahora el Supremo les da la razón. En esencia, el Supremo le dice a la Junta que no argumentó las razones para expropiar “por interés social” esos terrenos del entorno del conjunto palatino omeya. Y más aún, cuando ese suelo ya había sido declarado zona de especial protección como (BIC).

La primera intención de la Junta cuando aprobó el decreto, redactado por las consejerías de Cultura y de Ordenación del Territorio, era comprar las 29 parcelas que no están edificadas en las urbanizaciones ilegales de Las Pitas, Córdoba La Vieja y La Gorgoja II, ubicadas en la zona de especial protección declarada Bien de Interés Cultural (BIC) de Medina Azahara. El objetivo era impedir que se pudiesen levantar más chalés. Si los propietarios se negaban a vender, se expropiarían directamente. Las 252 viviendas —la mayoría de primera residencia— ya construidas dentro de la zona BIC quedaban fuera de este decreto.

“La Junta lo que buscaba era parar aquella fiebre constructora de mediados de la década pasada. Y lo logró. La crisis hizo el resto. No se ha vuelto a construir más allí”, cuenta un técnico que trabajaba entonces en la zona de Medina Azahara. Aun así, los propietarios afectados por esa “amenaza” de expropiación recurrieron la norma andaluza al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que desestimó su demanda.

Los vecinos acudieron entonces al Supremo. Allí, la sala de lo Contencioso-Administrativo ha anulado el decreto aprobado el 23 de septiembre de 2008 por el Consejo de Gobierno de la Junta que permitía expropiar forzosamente parcelaciones ilegales y no construidas del entorno protegido del complejo palatino omeya, un conjunto que construyó el califa Abderramán III en el siglo X.

La sentencia del Supremo que da la razón a los vecinos es más un revés político que practicó para el Ejecutivo andaluz. La Junta va a verse incapaz de aplicar una norma que, por otro lado, nunca ejecutó. Pero la esencia del problema sigue inalterable. El Supremo no duda en ningún momento que las parcelas sin construir afectadas por el decreto de la Junta de Andalucía de 2008 sean ilegales.

Por eso, la respuesta de la Junta a la decisión del Tribunal Supremo es más bien tibia. La consejera de Medio Ambiente, que actualmente tiene las competencias en la materia de Ordenación del Territorio, María Jesús Serrano, se limitó a decir ayer que no conocía oficialmente la sentencia porque no había sido notificada a la Junta. “Vamos a esperar a examinarla y una vez que la hayamos estudiado haremos la valoración que proceda en este caso”, afirmó Serrano.

A pesar de que este decreto no afectaba a las propiedades con edificaciones residenciales, los vecinos de la zona sí han mostrado su alegría por la decisión del Supremo. “La sentencia pone a cada uno en su sitio”, señala el presidente de la asociación de vecinos de La Gorgoja II, Antonio Fernández, en declaraciones recogidas por el diario Córdoba.

“El recurso ha sabido exponer ante el Supremo la injusticia a la que fuimos sometidos. Agradecemos a la justicia que haya reconocido nuestros derechos”, añadió Fernández. Cristóbal Pérez, presidente de los vecinos de Las Pitas, también mostró su satisfacción por el fallo que, según él, es “otro paso importante” para regularizar su situación.

FUENTE: elpais.es

La Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta, a través de la Delegación Territorial en Huelva, está ultimando las excavaciones en la Alcazaba de la ciudad íbero-islámica de Shaltish, localizada en el Paraje Natural Marismas del Odiel. Los trabajos están arrojando relevantes resultados científicos que permitirán profundizar en el conocimiento histórico de este significado yacimiento arqueológico ubicado en el estratégico enclave de la Isla de Saltés, controlando el acceso al estuario del Tinto y del Odiel.

La riqueza patrimonial de este enclave está determinada por la conjunción de factores humanos en un medio natural con los valores naturales de una Reserva de la Biosfera que sobresale por sus sistemas dunares, los bosques mediterráneos, las marismas y lagunas de agua dulce y colonias de aves como el flamenco rosa o la espátula, ha informado la Junta en una nota.

El delegado de la Junta, José Fiscal, y el delegado de Educación, Cultura y Deporte, Vicente Zarza, acompañados del director del Paraje Natural Marismas del Odiel, Enrique Martínez, y de técnicos de Bienes Culturales, han visitado el yacimiento para conocer el alcance de la actual investigación arqueológica que ha supuesto una inversión de 74.500 euros y ha permitido dar continuidad a las campañas arqueológicas anteriores que se centraron en el urbanismo islámico de la ciudad taifa pero sin afrontar un estudio sistemático de la alcazaba que permitirá entender la organización del castillo en época almohade (siglos XII y XIII) y ofrecer nuevas informaciones sobre niveles inferiores, de más antigüedad.

La alcazaba, situada a escasa distancia del trazado urbano en el extremo noroccidental de El Almendral, presenta paredes rectilíneas y abastionadas, de aspecto toscamente rectangular, ocupando un perímetro aproximado de 72 metros por 40 metros. Está construida con muros de tapial (tabiya) que mezcla tierra con argamasa, conchas y piedras, conformando sus paramentos una planta rectangular. Los bastiones definidos hasta la fecha presentan una planta cuadrangular de aproximadamente 7 metros de lado.

En lo que se refiere a los principales resultados de cara a la investigación –si bien aún está en proceso de elaboración y análisis el conjunto de los datos obtenidos en las diferentes estratigrafías deposicionales y constructivas registradas–, en la presente campaña se han obtenido importantes resultados objetivos de cara a profundizar en el conocimiento que hasta la fecha se poseía de la alcazaba de la ciudad islámica de Shaltish. De esta manera en lo que se refiere a la morfología estructural y edilicia del Bien Cultural se podrá obtener una primera planimetría general de la fortificación.

La Junta ha destacado la exhumación de los accesos principales, su configuración y carácter, ubicados en los lienzos oriental y meridional. En el caso del acceso oriental, se ha documentado su configuración arquitectónica principal y originaria, conformando el acceso en recodo de tradición islámica. Un acceso que sufrirá reformas posteriores que originarán su sellado definitivo para la localización de nuevos accesos en el frente sur y, probablemente, oeste, próximo a la ría.

Se han documentado también grandes transformaciones arquitectónicas en el ángulo noroeste de la fortificación, que afecta no sólo a las murallas sino también a las compartimentaciones internas, de las que se han documentado una serie de estancias que son construidas sobre los restos de edificaciones previas transformadas al efecto para albergar las nuevas dependencias.

En relación a las torres, al margen de los criterios de conservación que se extraen del análisis edilicio de las mismas, al igual que sobre el análisis edilicio del conjunto de las murallas, se aprecian remodelaciones constructivas que alterarán una configuración primigenia dando cuenta de un proceso de refortificación del enclave. Todo ello nos lleva a aportar nuevos datos que van definiendo que la alcazaba va acogiendo a lo largo de su existencia y ocupación diversos episodios de transformación arquitectónica hasta su abandono definitivo a finales de la Baja Edad Media.

Por el momento no es posible avanzar una cronología definitiva que informe sobre el momento en el que acontece tanto la construcción primigenia como las sucesivas reformas que se llevan a cabo sobre la fortaleza saltesiana y dependencias interiores, en espera del análisis general de los datos extraídos de la secuencia estratigráfica documentada durante la presente intervención. Asimismo, se ha procedido al registro pormenorizado de todas las evidencias arqueológicas susceptibles de ser posteriormente investigadas.

La información obtenida permitirá abordar la redacción por parte de la Consejería a través de su Secretaría General de Cultura de un Proyecto de restauración de la Alcazaba en el contexto de la ciudad íbero-islámica de Shatish que permita la conservación y puesta en valor de este significado Bien de Interés Cultural.

REFERENTES HISTÓRICOS
Varios son los autores, en su mayoría árabes, que hacen referencia en sus escritos a la Isla de Saltés. Con anterioridad, en su Ora Marítima, el poeta romano Rufo Festo Avieno en el siglo IV se refiere a ella a ella como la «isla entre dos ríos». El más antiguo testimonio referido a la isla lo encontramos en la famosa Geographia de Estrabón, (III,5,5) quien hablaba de los viajes de los marineros fenicios a la zona desde el VIII a. C. cuando el oráculo les indica que deben edificar un templo a Hércules. Escrita en el siglo I d.C., se dice que a la llegada de los fenicios a la Península Ibérica, éstos arribaron en una isla situada frente a la ciudad de Onuba, donde existía un templo consagrado a Hércules/Melqart.

Sin embargo, es en época islámica cuando se encuentran los testimonios escritos más interesantes y descriptivos sobre este enclave. En el siglo IX, al-‘Udrî hace las primeras referencias al asentamiento con el nombre de Shaltîsh, a propósito de la campaña del año 844, cuando se dice que los normandos bajan a la isla de Saltés después de saquear Sevilla. Posteriormente, al-Marrakushi e Ibn ‘Idafri denominan al asentamiento como Madîna y capital del pequeño reino taifa que tuvo como soberano al padre de al-Bakrî. En contraposición, Yaqût la define como una pequeña aldea. Otros autores como al-Qalqashandî e Ibn-Jaldûn citan Shaltîsh al relatar el destierro del sevillano ‘Abd al-Walid en el siglo XI.

Hasta el siglo XIII no se encuentra una descripción detallada de la ciudad medieval, en cuanto a su estructura urbana, sus recursos económicos y sus aspectos culturales, la cual viene dada por al-Himyarî. En cuanto a las características físicas de la ciudad, se deduce que se trataba de un complejo y denso tejido urbano, una Medina a la que se unían varios arrabales, que poseía puerto y atarazanas, destacando la abundancia de agua potable.

De los escritos de al-Himyarî también se deducen ciertos aspectos relativos a la base económica de la ciudad, la cual tendría como principales bases productivas una importante actividad metalúrgica de transformación del mineral de hierro y una rica agricultura fundamentada en el cultivo de huertos, aprovechamiento de pastos y cultivo de leguminosas. Todos estos elementos, favorecidos por la excelente y privilegiada situación de cara al mar, harían de Saltés un enclave cuya prosperidad se prolongaría hasta la llegada de los cristianos, en el siglo XIII.

Es precisamente desde época cristiana cuando la información documental acerca de la Isla de Saltés se reduce considerablemente, siendo incluso escasos los datos referentes a la conquista cristiana de la isla y al impacto producido sobre su población.

FUENTE: lainformacion

La Guardia Civil de la Región de Murcia, en el marco del ‘Plan para la defensa del Patrimonio Histórico Español‘ ha desarrollado la operación ‘THERMAS’, una investigación dirigida al esclarecimiento de un supuesto delito contra el Patrimonio Histórico, que se ha saldado con la detención de una persona al que se le atribuye, presuntamente, la realización de obras en la zona de protección de un yacimiento romano catalogado como Bien de Interés Cultural.

La operación está enmarcada en el ‘Plan para la defensa del Patrimonio Histórico Español’, puesto en marcha por la Guardia Civil y que ha llevado consigo la realización de dispositivos específicos de servicio al objeto de incrementar la seguridad del Patrimonio Histórico Español y reducir la actividad delictiva en este sector.

La investigación, iniciada el pasado mes de septiembre por el guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), se ha desarrollado en el municipio murciano de Caravaca de la Cruz, donde se había detectado la instalación de un vallado de planchas metálicas con una altura aproximada de tres metros, en las proximidades de unas termas romanas declaradas como bien de interés cultural, según han informado fuentes de la Benemérita.

VILLA ROMANA DATADA EN EL SIGLO I D. C.

La Guardia Civil ha conocido que dichas termas formaban parte de una villa de carácter agrícola ubicada en el valle del río Argos, cuyos restos fueron hallados entre los años 1976 y 1979. El yacimiento data del siglo I d. C. y su uso como baños termales alcanzaría hasta el siglo VII d. C.

Las inspecciones llevadas a cabo por especialistas del SEPRONA de la Guardia Civil en colaboración con inspectores de la Dirección de Cultura, Turismo y Patrimonio Histórico de la Región de Murcia, han determinado que la construcción invade la zona de protección del bien arqueológico protegido, además de causar un impacto visual considerable sobre éste.

La empresa responsable de la citada construcción -dedicada a la gestión y descontaminación de residuos-, carecía, en el momento de su inspección, de las oportunas autorizaciones y licencias para llevar a cabo tales obras.

La operación ‘THERMAS’ ha culminado con la detención del propietario de la empresa responsable de la obra, al que se le atribuye la presunta autoría de delito contra el patrimonio histórico. El arrestado y las diligencias instruidas han sido entregados en el Juzgado de Instrucción número 2 de Caravaca de la Cruz (Murcia).

FUENTE: europapress

La Delegación de Turismo, Cultura, y Fiestas, y la Asociación de Amigos del Museo, ofrecen el sábado 29 de noviembre, a las 12:30 horas en el museo arqueológico de Jerez, una nueva cita con la actividad didáctica y divulgativa “La pieza del mes”.
La ponencia correrá a cargo de D. Virgilio Martínez Enamorado, de la Academia Andaluza de la Historia.
En al-Andalus se han encontrado distintos sellos de estampillar. Estos cuños se modelaban en arcilla. Suele presentar forma paralelepípeda con los lados cóncavos, con el objetivo de que se pudieran adaptar mejor a la mano del artesano, y con el motivo en negativo grabado sobre los lados cortos o sobre un solo lado corto. Sin embargo, existen otros especímenes con forma cónica con un solo motivo grabado sobre la base.

El cuño de estampillar del Museo Arqueológico de Jerez de la Frontera pertenece a los fondos antiguos del Museo de la época de M. Esteve. Ingresó en 1950 con nº de registro de entrada 00434, como donación particular. Procede de la finca “La Blanquita”, próxima a Gibalbín.

Solicitan la máxima difusión.
FUENTE: www.jerez.es

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En la tarde de ayer, en la Sala Capitular de la Hermandad Sacramental del Santo Crucifijo sita en c/ San Miguel 15 de la localidad de Jerez de la Frontera, se procedió a la firma del convenio de colaboración entre Xerflón y dicha corporación.

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Este hecho supone para Xerflón el comienzo de una nueva etapa de trabajos, donde sin abandonar nuestro principios, nos enmarcamos en una nueva área de trabajo con la mayor de las ilusiones. Nuestro equipo de técnicos ha iniciado ya los primeros estudios para convertir la casa de hermandad en un espacio visitable.

Desde Xerflon queremos agradecer al Hermano Mayor, D. Martín J. Cortés, y a la Junta de Gobierno de esa hermandad, su confianza mostrada al proyecto de colaboración que en su día le presentamos y poder convertir la casa de hermandad en una Casa-Museo sin perder la esencia ni la disponibilidad de dicho espacio.

LA DIRECCIÓN

La hermandad del Santo Crucifijo estudia convertir su casa de hermandad en un museo con la colaboración de Xerflón Arqueólogos.

Ambas entidades firmarán un convenio el viernes, 7 de noviembre, gracias al cual se redactará un proyecto que convierta las dependencias de la cofradía en un museo visitable todos los días del año. La finalidad de realizar un proyecto que convierta la casa de hermandad de la cofradía en un museo visitable en un futuro cercano. Dicha iniciativa es pionera en la Semana Santa de Jerez, y completaría las actuales visitas que se realizan a la parroquia de San Miguel de manera diaria.

Para convertir en realidad este proyecto, la hermandad que preside Martín José Cortés Aranda ha confiado en una empresa con una amplia trayectoria en nuestra ciudad, cuyo personal técnico ha realizado actuaciones destacadas en distintos enclaves de nuestra ciudad, como el Alcázar, la Ermita de Guía, el Asilo de San José, el convento de las Reparadoras, la bodega Don Jorge, la iglesia de San Mateo o los Claustros de Santo Domingo, sólo por citar algunos.

La firma de este convenio, con una validez de un año a contar desde el momento de la rúbrica, compromete a ambas partes a la elaboración de un proyecto de Casa-Museo, cuya ejecución y desarrollo quedará supeditada a la firma de un nuevo acuerdo entre ambas partes si lo estimaran oportuno. No obstante, la junta de gobierno de la cofradía de San Miguel, considerando muy importante el patrimonio artístico de la corporación, y como manera de difundir esos valores históricos, artísticos, literarios y etnográficos, pretende abrir durante todos los días del año a las visitas de los jerezanos y visitantes gracias a este proyecto que el viernes ve la luz.

Los que llamaron a aquel pago Cueva de la Mora no iban desencaminados. A una hora y media de suave paseo desde Villaviciosa de Odón (26.700 habitantes), en un cerro en la orilla izquierda del río Guadarrama, las ruinas de la ciudad islámica de Calatalifa (del siglo IX, según las investigaciones) luchan todavía contra el paso del tiempo. Pese a la opinión de los expertos, que insisten en que el yacimiento podría albergar incluso restos visigodos, la Comunidad de Madrid se resiste a investigar la fortaleza. Lo único que se conoce de la antigua ciudad es el resultado de tres catas arqueológicas realizadas hace 35 años. Calatalifa espera.
Y tiene prisa. El pasado mayo, parte del arco del centenario aljibe mayor (al descubierto) cayó a plomo desde la cortada hasta el camino que bordea el cerro. Ecologistas en Acción, que lleva 13 años organizando marchas hasta las ruinas para reivindicar su importancia, dio entonces la voz de alarma. “Habíamos advertido de que había grietas mayores y cabía el riesgo de derrumbe”, explica Jesús Bartolomé, de la organización. La única medida de protección tomada desde entonces por Comunidad y Ayuntamiento ha sido rodear los escombros con una cinta policial.
Más de tres décadas distan entre esa imagen y las que muestra orgullosamente Manuel Retuerce, arqueólogo que dirigió las tres campañas realizadas entre 1980 y 1982 y que entonces estaba lejos aún de convertirse en uno de los mayores medievalistas de España. “Empezamos a excavar por un proyecto de lo que entonces era la Diputación. Cuando paramos, no lo hicimos porque no tuviera importancia. Simplemente, se acabó el dinero”, explica.
Apenas dio para desenterrar los cimientos de la muralla, de tres metros de profundidad, que dejaban imaginar unos muros de hasta siete metros de altura. Se vislumbraron los zócalos de viviendas, cerámicas y algunos restos de tumbas cristianas. Poco más: “No hemos visto ni el 1% de la ciudad”, afirma el también profesor de la Universidad Complutense. Pese a eso, en 1984 se llegó a plantear abrir un museo arqueológico en la localidad.
A partir de aquellas investigaciones y de las numerosas fuentes escritas que dan testimonio de la existencia de Calatalifa, el arqueólogo Jesús Rodríguez ha concluido que la fortaleza defendía a los musulmanes de los problemáticos mozárabes de Toledo. Probablemente, asegura el coautor de Calatalifa, historia de una fortaleza, la población controlaría las almenaras de la Sierra del Hoyo. En el siglo XIV, tras cientos de años habitada, la que Rodríguez define como “única ciudad junto al Guadarrama” fue vencida por la peste y se convirtió en un “lugar enfermo”, del que había que huir. Retuerce considera que la ciudad es, tras Madrid, Alcalá la Vieja y Talamanca, el cuarto yacimiento árabe en relevancia. Y el único sin excavar.
“Es un yacimiento que convendría investigar. Y es cuestión de voluntad política y organización. En Boadilla, por ejemplo, sí se está haciendo [en San Babilés, en una excavación sufragada por el Ayuntamiento]”, asegura Retuerce. Sin embargo, la Comunidad y el gobierno municipal de Villaviciosa se pasan la pelota.
A principios de septiembre, en una respuesta escrita a UPyD en la Asamblea, la Consejería de Cultura se quitaba responsabilidades. El Ejecutivo regional aseguraba que se habían comunicado al Ayuntamiento de Villaviciosa “las actuaciones que habría que llevar a cabo” en el yacimiento. María del Carmen Alonso, concejala de Cultura de la localidad (PP), matiza estas afirmaciones: “Es verdad que nos remitieron un informe preliminar en julio, pero no nos han dado instrucciones. Esto es competencia de la Comunidad. Nosotros estamos más que dispuestos a colaborar en cualquier decisión que se tome. El Gobierno regional asegura ahora que la Dirección General de Patrimonio está aún evaluando la situación del yacimiento”.
Hay, además, un tercero en discordia. Calatalifa se asienta sobre una finca privada de más de cuatro hectáreas que es terreno baldío desde hace al menos tres décadas, según los participantes en las excavaciones. La Comunidad considera que “tiene que ser el propietario quien lleve a cabo todas las actuaciones necesarias” para la conservación de las ruinas. Aunque en septiembre afirmaba que estaba previsto un encuentro con el dueño del terreno, la reunión aún no se ha producido; se celebrará, asegura, “en los próximos días”.
Retuerce se extraña ante tal decisión: “Las competencias de protección son de Comunidad y Ayuntamiento, no de un particular. Aunque la Comunidad tiene que autorizar la excavación, el promotor de la excavación puede ser cualquiera que ponga dinero: Ayuntamiento, Comunidad, el propietario, tú o yo”.
Para costear un mes de trabajo de campo, que generaría otros tres de investigación, bastaría con entre 12.000 y 15.000 euros, según los planes de Retuerce. El arqueólogo señala que el terreno de Calatalifa no ha sido reurbanizado (a diferencia de las demás ciudades árabes de la región), y que es de fácil acceso y cercano a dos grandes poblaciones del sur, Móstoles y Alcorcón. “Es un terreno idóneo para la investigación. La excavación podría ser realizada con un equipo formado por estudiantes y apoyado por técnicos del Ayuntamiento”, dice el arqueólogo, dejando volar su imaginación.
El arqueólogo descarta, sin embargo, la idea de intervenir el aljibe únicamente para evitar su derrumbe: “Vas a gastar 60.000 euros en mantener en pie algo que quizás dentro de 10 años va a acabar igual”. Retuerce asegura que este tipo de yacimientos, situados en cerros junto a un meandro, acaban siendo devorados por la fuerza del agua.
Un tercio de Calatalifa podría haberse desplomado ya desde un barranco cada vez más cercano al núcleo de la antigua población.
Mientras la naturaleza trata de borrar la huella de la ciudad árabe, los vecinos de Villaviciosa de Odón intentan recuperarla. El desplome del aljibe ha reavivado el interés por el yacimiento que da nombre al instituto y a una de las principales avenidas de la localidad, pero que pocos conocen. La asociación de vecinos del municipio, Ecologistas en Acción y Villaviciosa Ecológica han comenzado una campaña con un objetivo: conseguir algún compromiso de las instituciones para investigar las ruinas de cara a las próximas elecciones municipales.
El pasado jueves, más de 120 personas se agolpaban en una de las salas del Coliseo de la Cultura de Villaviciosa en una mesa redonda sobre la fortaleza árabe. “Algo habrá que hacer, ¿cómo hemos llegado a este punto?”, lanzaba un asistente durante la charla. Manuel Retuerce, el principal ponente, resoplaba. “Si yo hace 35 años ya lo dije… Tiempo ha habido de solucionarlo”. Pero el tiempo corre, incluso para unas ruinas milenarias.
FUENTE: elpais.es

Una veintena de personas se mueve, como si apenas rozase el polvoriento suelo, entre los muros medio caídos de una estructura al pie de una ladera frente a la cual solo se atisba maleza. Los protagonistas de esta coreografía son arqueólogos y obreros que se afanan en descifrar para qué servían las estancias que van surgiendo del barro y sumando incógnitas a una excavación sobre la que ha puesto sus ojos medio mundo: el antiguo puerto de Palos de la Frontera (Huelva) del que zarpó Colón el 3 de agosto de 1492.

“Nos queda todavía más de un mes de campaña y mucho trabajo posterior, porque casi cada día encontramos nuevas evidencias que nos permiten aclarar los usos de estas estancias”, explicaba este jueves Juan Campos, catedrático de Arqueología de la Universidad de Huelva y director del proyecto que ha conseguido desenterrar un lugar simbólico para Occidente. Un puerto histórico del que no faltan referencias documentales pero que, literalmente, se lo había tragado la tierra.

“El hallazgo no tendría la enorme repercusión que está teniendo si se tratara de cualquier otro puerto del siglo XV, pero aquí estamos en un espacio emblemático que cambió el curso de la historia”, puntualiza Campos, quien ya había trabajado en esos terrenos en 1992, cuando realizó una prospección geotécnica en la ensenada del río Tinto, que forma el puerto natural de Palos. El trabajo definió la fisonomía de la ensenada y calculó que a finales del siglo XV tenía unos ocho metros de profundidad, más que suficiente para el atraque de unas naves con tres metros de calado.

“Fue un estudio preliminar para el proyecto de ajardinamiento que realizó la Consejería de Obras Públicas y en cuanto entregamos el trabajo se pusieron a mover tierra sin ninguna contemplación con lo que intuíamos que había enterrado a solo dos metros de la superficie. Cuando una excavadora rompió uno de los hornos del siglo XV conseguimos que se parara la obra en la ladera, pero ya habían dañado otras estructuras”, recuerda Campos, tan enfadado entonces que se prometió no volver a pisar el lugar. Algo que, obviamente, no ha podido cumplir cuando el Ayuntamiento de Palos le ofreció ponerse al frente de la excavación.

Los trabajos, iniciados el pasado junio, han localizado la alota, el edificio portuario de uso comercial en el que, según la documentación histórica, Colón se entrevistó con muchos de los marinos que se enrolaron en su gran aventura. “La alota es un edificio con funciones de aduana, donde se subastaba la mercancía y se hacían todas las transacciones comerciales. Aquí se reunían los marineros y albergaba también una fonda donde comer y dormir”, precisa el arqueólogo señalando el lugar en el que sospechan que se encontraba el hogar de la cantina. El conjunto construido al pie de la ladera ocupa unos 800 metros cuadrados, con distintas estancias que se fueron añadiendo posteriormente a un edificio rectangular de 90 metros cuadrados con tres espacios. La otra gran área en la que se excava, ubicada también en la zona, es un enorme alfar en el que hasta ahora se han encontrado cinco hornos del XV y se sospecha que hay otros dos.

“Este ya era un puerto próspero a principios del siglo XV, de aquí salía loza de mesa, ladrillos y tejas para buena parte de Europa y, además, los marinos palermos [gentilicio de Palos] habían conseguido de la reina Isabel de Castilla patente de corso para sus incursiones en Guinea. Su fama de aguerridos navegantes fue precisamente lo que atrajo a Cristóbal Colón a Palos”, explica Campos mientras vigila como el conductor de la retroexcavadora va sacando tierra. Hasta ahora han movido 4.800 toneladas.

“La creación de la Casa de la Contratación de Indias en 1503 en Sevilla supuso el principio de la decadencia del puerto de Palos que se abandonó definitivamente a finales del XVI. La erosión de la colina, más por el proceso climatológico que por la acción antrópica, lo cubrió para siempre y sepultó su memoria a principios del XVII”, explica el arqueólogo mientras contempla extasiado los testares —depósito de cerámicas defectuosas— que acaban de descubrir junto a los hornos y que les permitirá reconstruir la vajilla de loza que acompañó a Colón en su periplo.
El proyecto persigue hacer visitable todo el conjunto de hornos y estructuras portuarias y que el agua vuelva a lamer las orillas del antiguo puerto, igual que lo hacía cuando el almirante partió al mando de dos carabelas y una nao. Además, el alcalde de Palos de la Frontera, Carmelo Romero, está acariciando la idea de trasladar las réplicas de las tres naves que protagonizaron la hazaña, que desde 1994 se exhiben en el paraje de La Rábida, al antiguo puerto.

FUENTE: elpais.es

Desde la calle, nada presagia lo que esconden las salas de restauración del Museo Arqueológico de Linares (Jaén). Pero sólo el hecho de subir a la segunda planta de la casona palaciega que alberga las joyas arqueológicas, sobre todo iberas y romanas, que han salido en los últimos años de las excavaciones de la antigua ciudad de Cástulo ya augura un gran descubrimiento. Los arqueólogos y restauradores recorren los laboratorios empeñados en las piezas que sostienen entre sus manos con la delicadeza que requiere el paso del tiempo. Están deseosos de mostrar al mundo el hallazgo de la última campaña que aún no ha terminado. De pronto, una de las técnicas de restauración aparece ante nosotros portando una caja de plástico de color azul. «Aquí la tenemos», dice sentenciosa. Apoya el cajón sobre una de las mesas de trabajo y levanta la tapa en la que un dibujo ya revela lo que va a aparecer en el interior. Una tela negra en el interior del arcón hace resaltar los grabados, pero lo primero que llama la atención es el maravilloso estado de conservación y lo completa que está la pieza de vidrio que lleva oculta más de 1.600 años, desde la segunda mitad del siglo IV.

Es necesario fijarse bien para percibir que está formada por pequeños pedazos pegados con gran habilidad usando una resina de restauración llamada Paraloid. Pero los puntos de unión no distraen para que la imagen de un Cristo arcaico, imberbe y con estética de filósofo griego, sosteniendo una cruz gemada, emerja con claridad ante todos los presentes. Son apenas 175 gramos de vidrio de unos dos milímetros de espesor. Es una patena, un plato de 22 centímetros de diámetro con una función muy clara en la liturgia del cristianismo: sostener el pan, la metáfora del cuerpo de Cristo, en la celebración de la eucaristía. No obstante, no es una pieza más.

El excelente estado de conservación de una pieza tan delicada ha permitido a los arqueólogos del proyecto Forum MMX, que realiza las excavaciones de la antigua ciudad monumental de Cástulo, recuperar hasta el 81% de la patena original, algo realmente excepcional en piezas de vidrio tan antiguas. Pero, además, el modo de representación de Cristo y la cronología del edificio y el estrato en el que se encontraba la patena evocan la época fundacional del primer cristianismo y prometen remover las cronologías arqueológicas de este tiempo, al menos en la Península Ibérica.

«Cuando lo encontramos hubo una gran discusión dentro del equipo de arqueólogos», reconoce a EL MUNDO Marcelo Castro, director del proyecto Forum MMX que lleva a cabo las excavaciones en Cástulo. «Teníamos miedo a defender lo que veíamos, porque obligaba a revisar las cronologías del primer cristianismo en España», asegura el arqueólogo.

Pero el hallazgo de la patena ha supuesto un enorme espaldarazo para las hipótesis del equipo dirigido por Castro. Durante las excavaciones en la zona donde aparecieron los vidrios que fueron presentados ayer por la Junta de Andalucía en Linares, varios especialistas mantenían que se trataba de un edificio paleocristiano. «A medio camino entre las catacumbas y casas clandestinas de culto y las primeras arquitecturas cristianas de Roma», explica el director del yacimiento. Pero sólo con las estructuras de piedra no iba a ser fácil defender esa postura ante la comunidad internacional. «Aunque hay que irse a Mesopotamia para encontrar una arquitectura parecida», dice Castro. Sin embargo, la campaña de este verano les ha hecho un regalo de un valor incalculable.

El cristianismo fue una religión clandestina y perseguida durante los siglos II y III. Por ese motivo se extendió en esa época la representación del hijo de Dios a través de alegorías como la figura del pez, cuya palabra en griego era el acróstico de «Jesucristo, hijo de Dios, salvador». No fue hasta el siglo IV, con el edicto de Milán del año 313, cuando al acceder al trono el emperador Constantino -cuya familia se convirtió al cristianismo- legaliza y permite su culto sin cortapisa alguna.

Y, según han podido fechar los arqueólogos de Cástulo gracias al análisis de materiales cerámicos y al estudio de monedas asociadas -una de ellas acuñada en tiempos del emperador Constancio II-, la patena que acaban de presentar al mundo coincide cronológicamente justo con ese momento histórico en el que el cristianismo deja de ser practicado en secreto en catacumbas y casas de culto -‘Domus Ecclesiae’- a espaldas de la sociedad de la época. Es decir, el hallazgo contiene una de las primeras representaciones de Cristo después de la dignificación del culto cristiano, conclusión apoyada por algunos de los mayores expertos del mundo en este tipo de arte como Anastassios Antonaras, del Museo de Cultura Bizantina de Tesalónica (Grecia), Lucía Seguí, de la Universidad de la Sapienza de Roma o Ángel Fuentes, de la Autónoma de Madrid.
De hecho, la propia representación del hijo de Dios imberbe, con el pelo corto y rizado al estilo alejandrino y ataviado con una toga de filósofo, revela una iconografía perteneciente a la época anterior a la estabilización del cristianismo. Y lo mismo sucede con los personajes que le acompañan en la escena tan común en el arte paleocristiano de la ‘traditio legis’, la entrega del mensaje evangélico a los apóstoles Pedro y Pablo. Ambas figuras portan un pergamino -‘rotulus legis’- y también están togados, pero carecen de los caracteres distintivos de ambos apóstoles -la barba y el gallo o la calva- que aparecerán posteriormente con la consolidación definitiva de esta religión.

Tanto es así, que el deán de la Catedral de Jaén, Francisco Juan Martínez Rojas, uno de los mayores expertos en iconografía paleocristiana, recomendó a los arqueólogos, después de examinar la patena hallada en Cástulo, que no atribuyesen esos personajes a Pedro y Pablo por si en la representación arcaica este tipo de escenas se representaban con apóstoles no identificados. El crismón presente en la patena representa el Alfa y el Omega, el principio y el fin, y realza la idea de inmortalidad, realeza y divinidad que se pretendía obtener con este Cristo en majestad. «Yo soy el Alfa y el Omega -dice el señor Dios- el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso» (Libro del Apocalipsis 1, 8).

El otro elemento arcaico de la pieza es el propio material. Tanto la elaboración del plato litúrgico, como el trazo del grabado han llevado a los expertos a pensar que fue elaborada en el taller del puerto de Ostia, en Roma, y no en otros talleres de menor importancia como el de Colonia, del que procede otra de las piezas de similar fabricación expuesta en el Metropolitan de Nueva York.

En los textos de Tertuliano, el único padre de la Iglesia que no fue canonizado, ya se habla de cálices y patenas decorados con la figura del buen pastor en el siglo III. Y en el ‘Liber Pontificalis’, la obra que compila las biografías de los primeros papas, se hace referencia a la presencia de patenas de vidrio durante el papado de Ceferino, en los siglos II y III. Pero una disposición del siglo IV atribuida al papa Urbano I, que ordena cómo tenían que ser los objetos de liturgia, obligó a abandonar la fabricación de cálices y patenas de vidrio, madera o cobre y a utilizar para ello metales preciosos, como el oro o la plata. De nuevo, la pieza hallada en Cástulo se encuentra en un espacio de transición entre el paleocristianismo y la consolidación como la religión de las elites vinculadas al poder.

Pero Cástulo es mucho más que un ejemplo del primer cristianismo de la Península Ibérica. «El perfil arqueológico de Cástulo es un tesoro continuo desde la Edad del Bronce hasta el Renacimiento, cuando se abandonó definitivamente la ciudad», como explica Yolanda Jiménez, una de las arqueólogas del proyecto. Apenas se ha arañado un uno por mil de la tierra que cubre esta antigua ciudad amurallada. Pero los tesoros de los primeros siglos de nuestra era que ya han visto la luz en estas excavaciones permiten imaginar la gran urbe que se esconde bajo el promontorio. Cástulo era, a través del río Guadalimar, el último puerto de entrada a la zona desde el Mediterráneo. Y los mosaicos del siglo I que se han descubierto en este rincón de Andalucía desde 2011 dan idea de la potencia económica y el poder político de la ciudad.

El mosaico de los amores, elegido como uno de los hallazgos del año 2012 por ‘National Geographic’, era el suelo de la sede del culto imperial de Domiciano, un emperador autócrata y despiadado condenado al olvido a través de un ‘damnatio memoriae’ emitido por el Senado romano. Quizá por eso las 750.000 teselas de 24 colores traídas desde los confines del imperio hayan llegado casi intactas hasta nuestros días. «A Domiciano le cortaron la cabeza cuando se estaba construyendo el edificio, y tras la condena al olvido, se derribaron los muros sobre el propio mosaico», cuenta Marcelo Castro.

Mientras trabajan los arqueólogos, los visitantes curiosean las excavaciones y escuchan las explicaciones del equipo de Forum MMX. «En lugar de cerrar el yacimiento, hemos establecido un régimen de abierto por obras», cuenta el concejal de Patrimonio del Ayuntamiento de Linares, Daniel Campos. Además, se ha querido implicar a la población local para que se identifique con su pasado arqueológico y cientos de vecinos ya han participado como voluntarios en la excavación. «Queremos que Cástulo se convierta a través del turismo en el motor económico de una ciudad en proceso de desindustrialización», dice Juan Fernández, alcalde de Linares.

Los éxitos recientes se deben en buena parte al trabajo durante más de 20 años del arqueólogo José María Blázquez, catedrático emérito de la Complutense, quien consiguió en los años 70 que se expropiaran las 80 hectáreas de olivar que forman parte hoy del Conjunto Arqueológico de Cástulo. Por eso es él quien firma la primera referencia científica del mosaico de los amores, publicada en la revista Siete esquinas, del Centro de Estudios Linaerenses.

Cástulo es una ciudad que se devora a sí misma. Un lugar donde una joya romana del Bajo Imperio, el mosaico de los amores, y un testigo único del primer cristianismo de la Península Ibérica, una patena de vidrio tres siglos posterior se daban la mano situadas a apenas un par de metros de distancia.

FUENTE: elmundo.es

La Delegación de Turismo, Cultura, y Fiestas, y la Asociación de Amigos del Museo, ofrecen el sábado 27 de septiembre, a las 12:30 horas en el museo arqueológico de Jerez, una nueva cita con la actividad didáctica y divulgativa «La pieza del mes».

La ponencia correrá a cargo de D. Diego Ruíz Mata, catedrático de la universidad de Cádiz, la cual tratará sobre el Bronce Final Tartésico, una etapa de la protohistoria del suroeste peninsular, y sobre todo del Bajo Guadalquivir y Huelva, anterior a los primeros contactos e instalaciones fenicias en la costa atlántica peninsular, cuya sociedad de or ganización tribal tuvo su mayor actividad entre los siglos X y VIII a.C. P

Solicitan la máxima difusión.

FUENTE: www.jerez.es